Talleres Alegría es otra de nuestras joyas de la empresa familiar asturiana. Una compañía nacida en Aboño con su fundador, Bienvenido Alegría, a principios del siglo XX y que ya se encuentra en quinta generación sin abandonar su esencia, ya que sigue siendo íntegramente propiedad de la familia. Actualmente da empleo directo a más de 250 personas y trabaja en cuatro continentes.
De la mano del consejero delegado, Alfredo Alegría, un grupo de miembros del Fórum de Jóvenes de AEFAS (dentro de nuestro programa Aprendiendo con las empresas familiares) recorrió tres de las potentes factorías que el grupo tiene en el polígono de Silvota (Llanera) donde pudieron ver parte de la labor que realiza: producción de elementos especializados para vías férreas, montaje de vagones de carga de ferrocarril y mantenimiento y montaje de máquinas locomotoras. Pasión por los trenes, en definitiva.
La producción de Talleres Alegría se centra, por tanto, en el mundo ferroviario, en el que se alzan como una de las poquísimas empresas españolas capaces de competir, sobre todo en España, pero también en otras partes del mundo. Y sin abandonar Asturias, donde desarrollan actualmente la mayor parte de su actividad.
Acompañados en todo momento por Alfredo Alegría y su sobrino, el ingeniero Álvaro Alegría (representante de la quinta generación familiar), en la primera parte de la visita el grupo recorrió el centro de producción de material fijo de vía, que cuenta con equipos altamente especializados para realizar los componentes imprescindibles en las vías férreas: agujas, cambios, desvíos, encarriladoras… desde el metro a la alta velocidad.
A continuación, el grupo se desplazó a las naves donde se monta el material móvil remolcado (vagones de mercancías, principalmente), para terminar con una visita a Ferrovías Astur, también en Silvota, en la que se fabrican, reparan y mantienen los aparatos autopropulsados (lo que comúnmente llamamos locomotoras). Una excelente visita y unos anfitriones excelentes.