El presidente de AEFAS, Íñigo Cabal Alonso compareció hoy en la comisión de Hacienda y Fondos Europeos de la Junta General del Principado, donde hizo algunas valoraciones sobre la posición de las empresas familiares ante los próximos presupuestos de la comunidad autónoma, en especial en lo referido al impuesto de Sucesiones y Donaciones, que a su juicio lastra la inversión e incluso pone en peligro la supervivencia de muchas compañías.
“Nos sentimos escuchados, pero a veces olvidados. La recaudación en ese concepto es sólo de sólo 118 millones de euros, el 1,8% del Presupuesto. ¿De verdad es una cifra tan importante como para mantener este impuesto tan gravoso para todos los administrados y que pone en cierto riesgo la situación de la empresa familiar?”, señaló Cabal.
Otras comunidades autónomas, explicó el presidente de AEFAS a los parlamentarios, aplican bonificaciones y deducciones que en la práctica suponen la desaparición del impuesto. Ni siquiera se ha deflactado, señaló, el mínimo exento de 300.000 euros; de haberlo hecho, estaría ahora rondando los 360.000 euros.
Las diferencias, sin ir más lejos, son grandes con las comunidades vecinas, Galicia, Cantabria y Castilla y León. “¿De verdad piensan que eso no afecta a la empresa familiar en Asturias? Afecta, y mucho, a nuestra competitividad con otros territorios”, dijo el presidente de AEFAS
“Existe un riesgo cierto de que se nos encasille como una comunidad autónoma penalizada fiscalmente y ese riesgo supondrá menos inversión productiva; será más difícil captar talento. Algunos empresarios pueden optar por abandonar Asturias, perderíamos inversiones importantes y sobre todo, perderíamos identidad en las siguientes generaciones”, afirmó.
Respecto a la ineficacia de los procesos administrativos, Cabal señaló que, pese a recibir fondos europeos en los presupuestos asturianos, “no estamos aprovechando para hacer una Administración más eficiente”, porque “la burocracia sigue lastrando la inversión y la creación de riqueza y de empleo”. Y puso el ejemplo de un servicio del Principado que gestiona 300.000 euros en ayudas y gasta 1,7 millones en personal: “de verdad creemos que ese no es el camino”.
También incidió en que la ejecución presupuestaria es “bajísima” y que esto debe, sin duda, mejorarse para que las inversiones previstas puedan aplicarse.
El presidente de AEFAS concluyó haciendo un llamamiento a prestar más apoyo a las empresas familiares, lo que se traducirá, insistió, en mayor inversión, mayor empleo y mayor riqueza.