Damos la bienvenida a Conservas Agromar, una empresa familiar radicada en Gijón.
La primera generación de esta veterana conservera asturiana se remonta a Gerardo Barrio, retornado a Asturias desde Argentina en 1926 junto a su esposa Gloria, que da nombre a la primera marca de conservas de la familia, La Gloria. Fundaron con no poco esfuerzo esta empresa en el barrio del Natahoyo de Gijón, aunque, tras muchas vicisitudes (entre ellas la Guerra Civil y el fallecimiento prematuro de Gerardo en 1940), terminan vendiendo la empresa en 1951. Pero tomará el testigo su hijo, Armando Barrio Mata, quien sigue relacionado con el mundo de la pesca y ya en los años cincuenta es el pionero en elaborar pequeñas latas de caviar de oricios para consumo familiar. En 1968 registra la marca Agromar, que hacía referencia al campo y al mar puesto que enlataba, además de salazones, fabes con almejas.
En 1975, con quince años, se incorpora Armando Barrio Acebal que, mientras completa el Bachillerato nocturno, se empapa de la experiencia de su padre y aprende el oficio. Hacia 1985, todo cambió con la producción comercial del famoso caviar de oricios, un boom que les permite estar con orgullo en las estanterías gourmet de España y Europa.
En 1998, Agromar abre fábrica en El Musel y amplía su gama con productos de alta calidad (lanzan al mercado novedosos patés de pescado y marisco y una gama de bonito en cristal). Ya en este siglo, sigue el crecimiento nacional y en exportación, con ampliaciones de su factoría en 2012 y 2020. La cuarta generación está plenamente integrada en la empresa, con Armando y Javier Barrio Menéndez (el primero en Ventas y el segundo en Producción). “Cada generación -dice Armando padre- aporta algo: mi padre el comienzo en tiempos duros, yo la consolidación y mis hijos nuevas ideas y estrategias”.