Recientemente se ha incorporado a AEFAS un nuevo socio al que queremos presentar y dar la bienvenida. Se trata de la familia Berdasco-Riesgo y su empresa cárnica Benfer, que realiza una importante actividad desde sus sedes de Grado y Tineo.
Benfer es una combinación de los nombres de sus fundadores: Benigna Riesgo Lorences y Fernando Berdasco Marrón, ambos vinculados por su origen con la mejor tradicional ganadera de Asturias: el mundo de los vaqueiros de alzada.
Benigna es oriunda de Santa María del Puerto de Somiedo y, como vaqueira, pasaba seis meses en Somiedo y otros seis en el pueblo de Fernando, Villaverde (Belmonte). Él también es hijo de vaqueiros. A principios de los años 60 se casan y se establecen en esta última localidad.
Desde joven, Fernando era inquieto y emprendedor: su obsesión era sacarse el carnet de conducir y comprarse su propio vehículo. Con esfuerzo compraron un Land Rover que él utilizaba para todo: hacía de taxista, de lechero… poco a poco vio que podía dar un servicio a los vecinos llevando mercancías y al mismo tiempo comerciar y obtener un pequeño beneficio.
Así llegaron a tener en la casa familiar un almacén de alimentos que Fernando llevaba en su coche para venderlos, y fueron prosperando poco a poco en las décadas de los 60 y los 70 del siglo pasado. En Villaverde nacieron también los dos hijos de la pareja, Ángel y Daniel.
El matrimonio deseaba hacer crecer su negocio y para ello adquieren un local en Grado en el año 1973, donde establecen una tienda entonces muy novedosa y moderna, lo que hoy sería un supermercado. Así nació Benfer. Vendían alimentación, droguería, perfumería y, por supuesto, productos cárnicos tanto al público como a la hostelería. A día de hoy, Benigna sigue asistiendo a diario a la tienda a sus 83 años.
Mientras tanto, Fernando había comprado un camión de ganado para abastecer la tienda y también transportar animales para otros. A finales de los años 70 ya poseía dos furgonetas vendiendo y repartiendo, por lo que el establecimiento pronto se les quedó pequeño.
De modo que, en los años 80, compraron una parcela para construir una nave industrial y crecer en la distribución. En 1987 construyeron la nave de Benfer a la entrada de Grado y ya daban empleo a cerca de 15 personas.
Los dos hijos, Daniel y Ángel, se incorporaron a la empresa en los dos años siguientes; el primero con tan sólo 16 años de edad, mientras que Ángel -que es el mayor- llegó algo más tarde tras estudiar empresariales.
Ya a finales de la década de los 90 se hacen con la concesión del matadero de Tineo y ahí empiezan allí a sacrificar tanto vacuno como porcino para comercializar desde la nave de Grado. De año en año siempre fueron creciendo hasta que deciden, en 2019, realizar una importante ampliación.
Llegó la pandemia de covid-19 y las obras se retrasaron, pero finalmente fijaron la inauguración para 2023 y así hacerla coincidir con el 50º aniversario de Benfer.
El acto fue un éxito. Además de abrir las nuevas instalaciones, celebraron un emotivo homenaje sorpresa a los fundadores al que asistieron tanto familiares y allegados como representantes de ayuntamientos, consejeros y el presidente del Principado. Para Benigna y Fernando fue un momento de gran alegría y el reconocimiento a toda una vida de trabajo.
Daniel Berdasco, gerente junto a su hermano Ángel, se muestra muy orgulloso de lo que la familia ha logrado “a base de trabajar muy duro, sin que nadie nos regalara nada”.
Para un futuro quizá no tan lejano, le gustaría que su hijo de 14 años formara parte de la empresa. De momento ya está muy implicado: “En cuanto tiene un momento libre, quiere venir a ayudar. Deseamos que se forme, pero no es posible formar parte de la empresa si no se ha vivido de cerca desde niño”, dice Daniel. Ángel también tiene una hija que de momento es pequeña, pero que podría, en el futuro, formar también parte de la nueva generación al frente de Benfer.